El sector de la construcción es uno de los principales motores económicos de Colombia, de ahí que el comportamiento de este sirva como termómetro de la reactivación económica del país.
Tras la pandemia, la construcción en Colombia ha demostrado una leve mejora, sin embargo, el precio del dólar y el costo del acero y otras materias primas fundamentales para el sector han puesto en jaque el crecimiento y desarrollo de los proyectos, sobre todo a los inmobiliarios.
La construcción enfrentó desafíos significativos en 2023 que obstaculizaron su progreso natural.
Los gremios del sector han identificado con precisión la coyuntura actual. En el ámbito de la construcción de edificaciones, Camacol reporta una disminución de más de 50% en las preventas de viviendas durante 2023, por lo que se anticipan retrasos en la construcción de viviendas formales en 2024 y posiblemente un aumento en la vivienda informal debido a la creciente demanda. A pesar de estos desafíos, el año concluye con un punto de inflexión alentador, respaldado por la iniciación de la entrega de subsidios familiares de vivienda para VIS y la tendencia a la baja de las tasas de interés.
Un ejemplo de esto es la aceleración en el ritmo de reducción en tasas de interés dictada por el Banco de la República, recortando la tasa en 50 pb el 22 de marzo, dando así un buen mensaje para mejores tasas de cara a la compra de vivienda en los próximos meses.
Además, con corte a febrero, la cartera de vivienda de los establecimientos de crédito continuó mostrando una tendencia creciente del +8,7% respecto al año pasado, llegando a cerca de los COP 103,5 bn, superada solo por la cartera de microcrédito, que crece 13,7% respecto al año pasado. Ajustes más inmediatos en las tasas de financiación de vivienda, sumado a estrategias de asignación de subsidios propuestas por el Gobierno en marzo, permitirán la colocación de créditos en este segmento, especialmente para el segundo trimestre del 2024.
2024 se presenta como una oportunidad crucial para revitalizar este sector económico, abarcando tanto la construcción de edificaciones, principalmente viviendas, como la de infraestructura.
Pese a las pérdidas sufridas en 2023, la construcción se proyecta hacia 2024 con optimismo, aspirando a retomar la senda del crecimiento, la generación de patrimonio y la creación de empleo. Es fundamental reconocer la importancia estratégica de este sector como motor para el desarrollo económico y social del país.
Fuentes:
● file:///C:/Users/TRABAJO/Downloads/Inmobiliario%20y%20Construcci%C3%B3n%20Feb%202024.pdf
● https://www.larepublica.co/analisis/sergio-mutis-caballero-500033/la-construccion-para-2024-377890